ANTIVALORES QUE DESTRUYEN A LOS JÓVENES Y ALGUNOS ADULTOS.

                                                                                                             (Buscar el placer por sobre todo)

La palabra HEDONISMO O  hedonista viene desde los Griegos, no es nada nuevo; así se llama a los seguidores o impulsores de una escuela filosófica sobre el placer.

Por sentido común el placer o la satisfacción es parte natural de la vida, sin embargo desde los Griegos habían tres grandes escuelas o formas de interpretar el placer en la vida: LOS ESTÓICOS, LOS EPICURES, LOS HEDONISTAS.

LOS ESTÓICOS: consideraban que el placer había que erredicarlo de la vida porque debilitaba el carácter y fortaleza personal; había que soportar estoicamente los sufrimientos en la vida, es decir sin quejarse; inclusive los masoquistas gozaban con el sufrimiento, ciertamente algo difícil de comprender.

LOS EPICUREOS: consideraban el placer como “algo matemático”; para ellos el placer tenía que llegar a un límite, de lo contrario ya no se gozaba; llegaba inclusive hasta mecanizar el placer, rasgos de conducta tan bien por los demás inadecuado.

Para los HEDONISTAS “toda en la vida tenía que ser placentero”; cualquier tipo de estímulo que representaba algo desagradable, había que evitarlo, buscaban el placer por sobre todas las cosas.

Ahora hazte la siguiente pregunta: ¿Cuál de estas tres escuelas o tipos de manera de interpretar el placer crees que es la que está predominando en nuestra sociedad actual?

Toma en cuenta los siguiente: tú no eres el causante del tipo de filosofía que vivimos en la sociedad actual sobre el placer, PERO SI ERES LA VÍCTIMA; como tal necesitas reaccionar.

LA JUVENTUD ES SÍMBOLO DE ENERGÍA, DE EMPUUJE, no caígas en la contradicción de dejarte llevar por la corriente y vivir una vida mediocre. Aprende a disfrutar de la vida sanamente; que  NUNCA EL PLACER QUE OBTENGAS DAÑE ALGÚN ASPECTO DE TU PERSONA. Ni tampoco tú por buscar el placer, dañes a alguien: es tan hermoso vivir la vida en armonía; esfuérzate por no caer en el hedonismo que te propone el estilo común de vida actual.