LOS DOS MUNDOS ADOLESCENTES

Con cierta frecuencia se generaliza el estudio adolescente, sin hacer la distinción conveniente entre varón y mujer; al igual que en las demás edades de crecimiento, el no diferenciarlos; este acto conduce a determinadas apreciaciones bastante alejada de la verdad; en principio habría que distinguir ya dos mundos; el adolescente masculino y femenino.

La realidad humana entre otros aspectos consiste en saber encontrarse de dos mundos en lo individual e íntimo; los adolescentes no son ajenos a esta experiencia.

La muchachita que va a atravesar las “edades de adolescente” de muy distinta manera que el chamaco; aprender a vivir el propio sexo biológica es uno de los retos del adolescente.

Muchas de las conductas de la infancia van a hacer su aparición con mayor fuerza en la adolescencia; ¿Quién soy como varón y mujer?, es una de las interpretaciones más acuciantes.

Aprender  a ser mujer, aprender a ser hombre, ¿Qué me está permitido y por quién con respecto y respeto a mi mismo y hacia el otro sexo?, es uno de los grandes velos que a los padres toca descorrer en este maravilloso período.

La atracción entre los sexos cobra dimensiones desconocidas hasta entonces; en una ocasión durante un intercambio de regalos de un grupo de niños y niñas de sexto año, cuando tocaba entregarlo a alguien del otro sexo, se sentían desconcertados y “chiviados”. Esta misma escena sería bueno repetirla en un para de años. Estamos seguros de que la forma de hacerlo sería muy diferente.

El lema “conócete a ti mismo” pasa a un primer plano en los adolescentes: los padres-maestros tienen en está tarea una función insustituible; si entre los adultos no hay suficiente autoimagen positiva, sobre su propio sexo en todas sus facetas, ya podemos imaginar el impacto que en el adolescente tiene este “defecto” del adulto.

Teniendo como punto de partida que cada cabeza es un mundo, podría decirse que cada adolescente es un mundo… de sorpresas, inquietudes, valores, metas etc.

¿TÚ EN QUÉ FORMA PUEDEN DECIR QUE ESTÁN DESCUBRIENDO EL “MUNDO DEL ADOLESCENTE?