La gente sostiene al mundo

sábado, 2 de marzo de 2013

LA DIALECTICA DEL DISCURSO


 

 

2 DIALÉCTICA. (Manuel S. Saavedra R.)

 

2.1 Nociones de dialéctica. Diálogo

 

La dialéctica es un término polisémico que ha sido concebido como unidad de los géneros supremos o de las esencias, que supera las opiniones habituales (doxa) y las conjeturas parciales (hipótesis), a través del diálogo (Platón); como el conocimiento polémico probable, sustentado en base a los resultados de debates dialogales (Aristóteles); como la antilógica de proposiciones irreconciliables (cínicos); como la oposición de tesis (escolástica); como la orientadora epistemológica de la totalidad del saber (Kant); como la historicidad de la razón (Hegel); y como metodología racional para orientar el desarrollo de las ciencias (marxismo)

 

Un planteamiento general de la dialéctica constituye el problema del conocer verdadero y al señalamiento del camino o de los procedimientos metodológicos que conducen a este fin.

 

La dialéctica presocrática abordó básicamente dos cuestiones el origen del mundo y la causa del nacer y perecer de las cosas.

 

Heráclito de Efeso (530-470 a. c.) expuso:

 

  • Lo real es el devenir o el fluir de todas las cosas.

 

  • El fuego es la sustancia más activa e inestable de la naturaleza. Ella revela la transformación  y  el movimiento incesante a que el mundo material y humano está sometido "al fuego al avanzar juzgará y condenará todo" (GAOS: 1968).

 

  • Todo lo existente tiene frente así en contrario al que inexorablemente se enfrenta.

 

  •  A través de la discordia y el enfrentamiento permanentes de todas las cosas es como se cumple la armonía del mundo en su totalidad.

 

Anaximandro de Mileto (610 - 546 a. c.) sustentó:      

 

  • El  origen  del  mundo  se  debe a la sustancia indeterminada (ápeiron).

 

  • El cosmos existente es un reino de injusticia, donde cada cosa se enfrenta a un correlato opuesto.

 

Parménides de Elea (Fines S. VI y principios S. V a. c.) sostuvo:

 

  • El ser es la totalidad.

 

  • La vía para saber de él no son los sentidos.

 

  • Es la razón  el único medio legítimo para acceder al ser.

 

  • Ser es igual a pensar, porque lo que resulte necesario a los ojos de la razón podrá ser adjudicado al ser.

 

  • El ser es y no puede dejar de ser.

 

  • El ser es único, indivisible, eterno, inmóvil.

 

  • Es inmóvil porque no hay paso del ser total al no-ser total.

 

Zenón (Mediados del S. V a. c.) consideró que la dialéctica asumía:

 

  • La reflexión demostrativa de la contradicción de una tesis con base en el    razonamiento que contiene (aporías).

 

  • El movimiento captado por los sentidos no atañe al "verdadero ser" (totalidad).

 

Empédocles (490-430) estableció que la constitución del Ser es agua, aire, tierra y fuego, que se separan y mezclan periódicamente por obra de la lucha que entablan dos fuerzas opuestas: amor y odio.

 

Sócrates y Platón explicaron que la búsqueda de la verdad es dialéctica, puesto que es el hombre a quien hay que conocer y es él quien debe dar la respuesta:

 

  • El conocimiento busca la verdad, la cual no se encuentra establecida   previamente.

 

  •  Hay  un  saber  de  no-saber,  como  condición para el advenimiento del saber verdadero.

 

  • La dialéctica es el movimiento entre saber y no-saber. La conciencia de saber que no se sabe, implica la necesidad de saber lo que no se sabe. (Sócrates).

 

  • La mayeútica supone dos sujetos cuya relación es el intercambio de preguntas y respuestas.

 

  • La   dialéctica   es   diálogo   o   discusión   que   argumentan   y   señalan   las contradicciones de tesis contrarias (Sócrates).

 

  • La dialéctica es el  puente capaz de llevar del plano aparente o diverso al plano del ser verdadero y unívoco. El primero corresponde a los objetos materiales, el segundo a las esencias o géneros o géneros indivisibles y eternos: el mundo de las ideas (Platón).

 

Aristóteles hizo una crítica a la posición de Sócrates y Platón al establecer que:

 

  • La dialéctica solo es el umbral de la ciencia.

 

  • Es una lógica menor carente de rigurosidad.

 

  • Lógica de lo probable, sujeta a refutación, sin conclusiones inobjetables.

 

  • Es, únicamente, un ejercicio previo a la ciencia (precientífica).

 

Inmanuel Kant, coincidiendo con Aristóteles, relativizó la función de la dialéctica al precisar que:

 

  • El conocimiento es un acto trascendental (ni inmanente, ni trascendente): ni la estructura racional, ni la experiencia del sujeto, separados, posibilitan el   conocimiento.

 

  • La  cosa en sí, es incognoscible, dado que no se pueden suprimir las formas puras que el sujeto pone.

 

  • La  metafísica no es vertiente del conocimiento: Dios, Libertad, Infinito, son nuómenos, no objetos del conocimiento. Solo valen para la razón pura.

 

  • La dialéctica equivale a la metafísica porque se vincula a la apariencia y al error.

 

  • El  error  de  la  dialéctica es querer convertir a una verdad de razón en una verdad de hecho.

 

  • El ser en sí mismo (nuómeno)  es incognoscible; el ser para nosotros (fenómeno) es   lo que se conoce. (KANT: 1970).

 

Federico Hegel sustentó:

 

  • La dialéctica ofrece un conocimiento contradictorio de la realidad.

 

  • Conocer es conocer del Ser y no hay otro Ser que el que se conoce. No hay, por tanto, nuómeno ni fenómeno, según Kant, sino el Ser. (HEGEL: 1971).

 

  • La dialéctica busca conocer la realidad.  Es un pensamiento consagrado a la explicación de la realidad histórica y social.

 

  • La unidad de los opuestos y el devenir son los principios fundamentales de la dialéctica.

 

  • La historia es el legítimo horizonte en el que tienen sentido los principios anteriores.

 

  • La historia real y concreta es el proceso que permite acceder a la unidad plena (Totalidad).

 

  • La unidad plena (Tesis, antitesis, síntesis, según Fichte) es la relación Yo - No Yo = Yo afirmado).

 

  • El  espíritu es la totalidad conciente de un pueblo, es la sustancia del sujeto histórico.

 

  • La dialéctica de  la historia universal es la dialéctica de los distintos espíritus históricos.

 

  • La negatividad implica,  además  de la evolución, la superación de sí mismo, desde sí mismo, negando las configuraciones consumadas. El sujeto se oculta a sí mismo y se hace violencia en su interior. Su desarrollo es contradictorio.

 

  • Las categorías dialécticas básicas son la Negación y Negación de la negación. El tránsito de una figura histórica a otra significa una Negación de la primera, la superación de su contenido, una ruptura; pero como proceso que es, cambia, y  esto significa una Negación de la Negación.

 

  • La negación de la negación conserva los aspectos positivos de la figura negada, lo que equivale a que cada momento es mejor que los anteriores y más completo.

 

  • El infinito no es un deber-ser, sino el propio Ser.

 

  • La historia es un proceso formado por movimientos finitos, que en conjunto constituyen una Totalidad, pues recoge el contenido de los precedentes.

 

  • El motor de la historia es la esencia contradictoria del espíritu (HEGEL: 1971).

 

  • La sustancia del espíritu es la razón, y lo más propio de ella es la libertad (el hecho de producirse de acuerdo con sus principios inmanentes y no por fuerzas ajenas).

 

  • La  realización  del concepto del espíritu es el reconocimiento y la instauración objetiva de la libertad para la totalidad social que es el espíritu.

 

  •  La ciencia es el saber sistemático de los principios universales racionales que han tenido vigencia en el proceso total (no la racionalidad formal), producidos dialécticamente, no de modo estático y formal.

 

  • La razón ontológica establece que solo lo racional es real y lo real es racional.

 

Karl Marx consideró que:

 

  • La dialéctica es la ciencia de la realidad histórica y social; que adquiere una dimensión práctica al demostrar la necesidad objetiva del cambio y funge como teoría orientadora de ese cambio.

 

  • La necesidad  del  desarrollo  histórico  no  es racional, sino que surge de las exigencias sociales materiales y espirituales que se hacen a las capacidades reales de las sociedades históricas para satisfacerlas, mediante la transformación del mundo natural y de la propia organización de las fuerzas sociales.

 

  • Los modos de transformación y de superación objetiva (producción material y espiritual) es el meollo del desarrollo histórico.

 

  • La dialéctica de Marx es la dialéctica propia de la sociedad capitalista: formación contradictoria de la sociedad, existencia de clases sociales con intereses opuestos (dominante que se apropia de los medios de producción y riqueza y la que produce sin recibir la riqueza).

 

  • La dialéctica, además de explicar la realidad, se convierte en una teoría que     orienta la acción: hay  que  transformarla,  siendo  la clase del proletariado la encargada de esta misión.

 

  • La  explicación  objetiva de la realidad social es la teoría y la acción desplegada para el logro de su transformación es la práctica (Praxis).

 

  • La praxis implica la fundamentación objetiva de la teoría a través de la acción real; y la dirección consecuente de dicha acción por medio de la teoría.

 

  • La  dialéctica de la praxis es la concepción científica de la historia y la sociedad; y teoría de la transformación revolucionaria de la realidad.

 

Actualmente coexisten cinco posturas dialécticas:

 


 

La filosofía analítica, coincidente con el pensamiento de Kant, en resumen sostiene:

 

  • La Dialéctica no es en sentido estricto un camino para el conocimiento objetivo de la realidad.

 

  • No es una ciencia positiva.

 

  • El método no llega a respuestas unívocas.

 

  • Aborda problemas de la metafísica.

 

  • Es una teoría que explica hechos subjetivos y dependientes de la opinión.

 

La postura de la ideología postula que:

 

  • La ideología es el pensamiento de una clase o fracción de clase socialmente determinada.

 

  • La ideología cumple funciones tácticas y manipulatorias, más que cognoscitivas.

 

  • La explicación de la realidad desde la ideología obedece a los intereses de quienes la sustentan, lo cual constituye una justificación o demagogia.

 

  • Tiene una factura de clase.

 

  • La ideología marxista muestra los límites y las contradicciones radicales de la sociedad establecida.  Subraya la posibilidad de su superación histórica.

 

  •  La ideología conservadora oculta el sentido histórico para justificar la  permanencia de la sociedad prevaleciente y mantener su condición de dominio.

 

  • La ideología como falsa conciencia abandona el sentido histórico y trata de legitimar un régimen social de modo permanente.

 

  • La ideología verdadera comprende los fundamentos de la sociedad existente y propone lineamientos de acción que tienen cabida y cumplimiento en la realidad.

 

  • La dialéctica como ideología sostiene que el devenir y la superación  progresiva implica que el conocimiento de la realidad está sujeto a la superación.

 

  • Implica, a la vez, cancelar toda actitud dogmática y reformular permanentemente los principios y postulados dialécticos.

 

La postura de la explicación de la realidad social establece las siguientes principios:

 

  • La dialéctica está en la propia realidad social, ésta es en sí misma de naturaleza dialéctica.

 

  • La oposición entre clases sociales y regímenes económico-políticos demuestra que el horizonte de la existencia social es contradictorio y por lo tanto dialéctico.

 

  • La superación de los sistemas económicos que han existido en la historia, aboliendo unos y naciendo otros revela que la negación y el devenir son principios inscritos en la propia historia de los pueblos.

 

  • La verificación objetiva no está en la teoría ni en el discurso.

 

  • La concepción dialéctica es la elaboración teórica de la dialéctica social.  La teoría es dialéctica porque el objeto de estudio es dialéctico.

 

  • La ideología surge en la conciencia de los hombres porque estos protagonizan acontecimientos.

 

  • La ideología dialéctica es consecuencia del carácter dialéctico inherente de los procesos que aborda.

 

Esta postura corresponde al materialismo histórico que otorga a la dialéctica alcances ontológicos:

 

  • Es la propiedad esencial del ser social; la dialéctica no es solo un conocer, sino que al propio tiempo es una determinación inmanente del ser.

 

  • La historia es el desarrollo progresivo de las fuerzas sociales y de las estructuras en que cristaliza el devenir contradictorio de dichas fuerzas.

 

  • Es un proceso dialéctico: continuo y discontinuo. Lo continuo es la acumulación; lo discontinuo son las rupturas.

 

  • El desarrollo histórico no se determina por las leyes físicas y biológicas de la naturaleza, dado que la actividad de los grupos sociales es capaz de determinar la dirección de los acontecimientos históricos. La necesidad histórica es dialéctica, no determinista.

 

  • El motor del desarrollo histórico depende de la producción material y las relaciones sociales, que constituye la base objetiva, que entran en contradicción consigo misma.

 

  • La dialéctica se propone el saber de esa realidad, determinando los principios teóricos que explican la multiplicidad y la unidad del devenir social.

 

  • La totalidad dialéctica significa interacción de los distintos factores sociales y la unidad orgánica que se establece entre ellos.

 

  • El conocimiento objetivo o concreto estriba en la captación de la unidad dialéctica y del desarrollo progresivo de su contenido.

 

  • La historia es una totalidad que se autodesarrolla, por lo cual no requiere de impulsos externos; ni de un modelo racional a priori, que desde fuera venga a explicar la coherencia interna del proceso en cuestión.

 

Las leyes dialécticas de la historia son resultado de la propia experiencia histórica y solo en ella adquieren su validez:

 

  • Están sujetas en todo momento a reformulaciones y cuestionamientos críticos, en consonancia con los nuevos fenómenos de la historia.

 

  • No existe la necesidad inexorable que pueda ser dictaminada de modo apriorístico.

 

  • La probabilidad del conocimiento dialéctico depende de las tendencias actuales y no de proposiciones categóricas.

 

  • Sociedad y naturaleza son procesos cualitativos distintos y, por tanto, recíprocamente irreductibles.

 

  • Las ciencias naturales no son pauta para las sociales.

 

  • La dialéctica es una ciencia de la realidad histórica social; es una ontología y es una epistemología, cuyo campo de acción es la esfera de la sociedad y la historia.

 

La postura del saber de la sociedad y la naturaleza expone que:

 

  • La única dialéctica es una ciencia de la totalidad. Sus leyes tienen vigencia para la actividad de materia orgánica e inorgánica, la existencia social y humana y el proceso del conocimiento.

 

  • Las ciencias se subordinan a las leyes de la dialéctica en una misión totalitaria.

 

  • Algunos objetos que no se comportan dialécticamente se debe a que se les ha estudiado superficialmente, por lo cual solamente en apariencia no son dialécticos.

 

Para Kosik (1976) la dialéctica trata de la "cosa misma". Pero la "cosa misma" no se manifiesta inmediatamente al hombre:

 

  • El pensamiento dialéctico distingue entre representación y concepto de las cosas, y por ello entiende no sólo dos formas y grados de conocimiento de la realidad, sino dos cualidades de la praxis humana.

 

  • La actitud que el hombre adopta primaria e inmediatamente hacia la realidad es la de un ser que actúa objetiva y prácticamente, la de un individuo histórico que despliega su actividad práctica con respecto a la naturaleza y los hombres y persigue la realización de sus fines e intereses dentro de un conjunto determinado de relaciones sociales.

 

  • La práctica utilitaria inmediata y el sentido común correspondiente ponen a los hombres en condiciones de orientarse en el mundo, de familiarizarse con las cosas y manejarlas, pero no les proporciona una comprensión de las cosas y de la realidad.

 

  • La actividad práctica a que se hace referencia en este contexto es una praxis históricamente determinada y unilateral, es la praxis fragmentaria de los individuos, basada en la división social del trabajo, en la división de la sociedad en clases y, en la creciente jerarquización de las posiciones sociales que de ella deriva.

 

  • El conjunto de fenómenos que llenan el ambiente cotidiano y la atmósfera común de la vida humana, que con su regularidad, inmediatez y evidencia penetra en la conciencia de los individuos agentes asumiendo un aspecto independiente y natural, forma el mundo de la pseudoconcreción.

 

  • Al mundo de la pseudoconcreción pertenecen 1) El mundo de los fenómenos externos 2) El mundo del traficar y el manipular, es decir, de la praxis fetichizada que no coincide con la praxis crítica 3) El mundo de las representaciones comunes y 4) El mundo de los objetos fijados, que dan la impresión de ser condiciones naturales, y no son inmediatamente reconocidos como resultado de la actividad social de los hombres.

 

  • Su elemento propio es el doble sentido. El fenómeno muestra la esencia y, al mismo tiempo la oculta. La esencia se manifiesta en el fenómeno. La manifestación de la esencia es la actividad del fenómeno.

 

  • Pero el mundo fenoménico no es algo independiente y absoluto: los fenómenos se convierten en mundo fenoménico en conexión con la esencia. La comprensión del fenómeno marca el acceso a la esencia.

 

  • En el mundo de la pseudoconcreción el lado fenoménico de la cosa, en el que ésta se manifiesta y oculta, es considerado como la esencia misma, y la diferencia entre fenómeno y esencia desaparece.

 

  • La realidad es la unidad del fenómeno y la esencia. Pero, ¿por qué la estructura de la cosa no es directa e inmediatamente accesible al hombre.

 

  • En virtud de que la esencia  - a diferencia de los fenómenos - no se manifiesta directamente, y por cuanto que el fundamento oculto de las cosas debe ser descubierto mediante una actividad especial, existen la ciencia y la filosofía. Si la apariencia fenoménica y la esencia de las cosas coincidieran totalmente, la ciencia y la filosofía serían superfluas.

 

  • Los esfuerzos tendientes a descubrir la estructura de las cosas y la "cosa misma" han sido siempre, desde tiempos inmemoriales, propios de la filosofía.

 

  • La filosofía puede ser caracterizada como esfuerzo sistemático y crítico tendiente a captar la cosa misma, la estructura oculta de la cosa, y descubrir el modo de ser del existente.

 

  • El concepto de la cosa es la comprensión de ella, y comprender lo que la cosa es significa conocer su estructura. "El concepto" y "la abstracción" tienen en la concepción dialéctica el significado de un método que descompone el todo unitario, para poder reproducir mentalmente la estructura de la cosa, es decir, para comprender la cosa.

 

Se atribuye a Hegel el método de la abstracción y del concepto, como único camino de la filosofía para llegar a la estructura de la cosa, es decir a su comprensión. El conocimiento se realiza como separación del fenómeno respecto de la esencia, de lo secundario respecto de lo esencial.

 

  • Toda acción es "unilateral", ya que tiende a determinado fin y, por tanto, aísla algunos aspectos de la realidad como esenciales para esa acción.

 

  • La tendencia espontánea de la "praxis" y del pensamiento, a asilar los fenómenos y a desdoblar la realidad en lo esencial y lo secundario, va siempre acompañada de una percepción del todo igualmente espontánea en la cual son aislados determinados aspectos.

 

  • El "horizonte" - oscuramente intuido - de una "realidad indeterminada" como todo,   constituye el fondo inevitable de cada acción y cada pensamiento, aunque resulte inconsciente para la conciencia ingenua.

 

  • La práctica utilitaria de cada día crea "el pensamiento común".El pensamiento común es la forma ideológica del obrar humano de cada día.

 

  • No es el mundo real, aunque tenga al "consistencia" y la "validez" de este mundo, sino que es "el mundo de la apariencia". La representación de la cosa, que se hace pasar por la cosa misma y crea la apariencia ideológica,  no constituye un atributo natural de la cosa y de la realidad, sino la proyección de determinadas condiciones históricas petrificadas, en la conciencia del sujeto.

 

  • La distinción entre representación y concepto, entre el mundo de la apariencia y el mundo de la realidad, entre la práctica utilitaria cotidiana de los hombres y la praxis revolucionaria de la humanidad, o, en pocas palabras, "la escisión de lo único", es el modo como el pensamiento capta la "cosa misma".

 

  • La destrucción de la pseudo concreción, que el pensamiento dialéctico debe llevar a cabo, no niega por ello la existencia u objetividad de estos fenómenos, sino que destruye su pretendida  independencia al demostrar que son causa mediata y, contrarrestando sus pretensiones de independencia, prueba su carácter derivado.

 

El Capital, de Marx,  está construido metodológicamente sobre la distinción entre falsa conciencia y comprensión real de la cosa:

 

Fenómeno
Esencia
Mundo de la apariencia
Mundo real
Apariencia externa del fenómeno
Ley del fenómeno
Existencia real oculto
Núcleo interno, esencial
Movimiento visible
Movimiento real interno
Representación
Concepto
Falsa conciencia
Conciencia real
Sistematización doctrinaria de las representaciones (ideología)
Teoría y ciencia

 

La problemática filosófica del siglo XX, en la cual la destrucción de la pseudoconcreción y de las múltiples formas de enajenación se ha convertido en una de las cuestiones esenciales.

 

"....Le monde de l'apparence abait accaparé, dans le langage ordinaire, tout le sens de la notion de  la réalité"..."

 

Hegel define así el pensamiento reflexivo "La reflexión es la actividad que consiste en poner de manifiesto las oposiciones y en pasar de una a otra, pero sin poner en evidencia sus conexiones y la unidad que las compenetra".

 

La destrucción de la pseudo concreción como método dialéctico crítico, gracias al cual el pensamiento disuelve las creaciones fetichizadas del mundo cosificado e ideal, para alcanzar su realidad, la dialéctica como método revolucionario de transformación de la realidad. Para que el mundo pueda ser explicado "críticamente", es necesario que la explicación misma sea situada en el terreno de la praxis revolucionaria".

 

La diferencia entre la realidad natural y la realidad humano-social estriba en que el hombre puede cambiar y transformar la naturaleza, mientras que la realidad humano-social puede cambiarla revolucionariamente, pero sólo porque él mismo ha producido esta realidad.

 

El mundo real, es la comprensión de la realidad humano-social como  unidad de la producción y el producto, del sujeto y el objeto, de la génesis y la estructura.

 

Es un mundo en el cual las cosas, los significados y las relaciones son considerados como productos del hombre social, y el hombre mismo se revela como sujeto real del mundo social.

 

Es un proceso en el curso del cual la humanidad y el individuo realizan su propia verdad, llevan a cabo la humanización del hombre.

 

Es el mundo de la realización de la verdad; es el mundo en el que la verdad deviene.  La historia humana puede ser el proceso de la verdad y la historia de la verdad. La verdad no es inaccesible, pero tampoco es alcanzable de una vez y para siempre.

 

La destrucción de la pseudo concreción implica:

 

1)    Crítica revolucionaria de la praxis de la humanidad, que coincide con el devenir humano del hombre.

2)    El pensamiento dialéctico, que disuelve el mundo fetichizado de la apariencia, para llegar a la realidad y a la "cosa misma".

3)    La realización de la verdad y la creación de la realidad humana en un proceso ontogénico, ya que para cada individuo humano el mundo de la verdad es, al mismo tiempo, su propia creación espiritual como individuo histórico-social.

 

La pseudo concreción es precisamente la existencia autónoma de los productos humanos y la reducción del hombre al nivel de la práctica utilitaria.

 

La reproducción espiritual y racional de la realidad.

 

El hombre para, conocer las cosas como son en sí mismas, debe transformarlas antes en cosas para sí.

 

El hombre sólo conoce la realidad en la medida en que  crea la realidad humana y se comporta ante todo como ser práctico.

 

No es posible captar de inmediato la estructura de la cosa o la cosa misma mediante la contemplación o la mera reflexión. Para ello es preciso una determinada  actividad.

 

El proceso de captación y descubrimiento del sentido de la cosa es, a la vez, proceso de creación del sentido humano correspondiente, gracias al cual puede ser comprendido el sentido de la cosa.

 

El hombre ve siempre más de lo que percibe directamente. En la asimilación práctico-espiritual del mundo, la realidad es, pues, percibida como  un todo indivisible de entidad y significados, y está implícitamente comprendida en la unidad de los juicios de existencia y de valor.

 

El hombre percibe. Los percibe siempre en el horizonte de un todo que, en la mayoría de los casos no se expresa ni se capta explícitamente. La conciencia humana debe, por ello, ser considerada tanto en su aspecto teórico-predicativo,  en forma de conocimiento explícito, fundado, racional y teórico, como en su aspecto ante-predicativo, y totalmente intuitivo. La conciencia es la unidad de ambas formas.

 

La teoría no es ni la verdad ni la eficacia de tal o cual modo no teórico de asimilación de la realidad, sino que represente su comprensión explícitamente reproducida. La teoría materialista del conocimiento como reproducción espiritual de la realidad capta el doble carácter de la conciencia.

 

El espionismo y el fisicalismo son las dos formas más difundidas del método reduccionista, que traduce la riqueza de la realidad a algo básico y fundamental.

 

La "sustancia" es el movimiento mismo de la cosa, o la cosa en movimiento. El movimiento de la cosa crea diversas fases, formas y aspectos que no pueden ser comprendidos mediante su reducción a la sustancia, sino que son comprensibles como explicación de la "cosa misma".

 

La "sustancia" del hombre es la actividad objetiva (la praxis) y no la sustancia dinamizada presente en el hombre.

 

La materia está en movimiento, pero no tiene la cualidad de la negatividad. Solamente una concepción de la materia que descubre en la materia misma la negatividad, es decir, la capacidad de producir nuevas cualidades y grados evolutivos más altos, permite explicar lo nuevo de un modo materialista como una cualidad del mundo material.

 

La realidad se explica no por la reducción a algo distinto de ella misma, sino por sí misma, mediante el desarrollo y la ilustración de sus fases, de los elementos de su movimiento.

 

Para que el hombre pueda conocer y comprender este todo, para aclararlo y explicarlo, es necesario dar un rodeo: lo concreto se vuelve comprensible por medio de lo abstracto.

 

Para que éste pueda avanzar de lo abstracto a lo concreto, debe moverse en su propio elemento, es decir, en el plano abstracto, que es la negación de lo inmediato, de la evidencia y de lo concreto sensible.

 

Dicho ascenso es, pues, en general, un movimiento de la parte al todo y del todo a la parte, del fenómeno a la esencia y de la esencia al fenómeno, de la totalidad a la contradicción y de la contradicción a la totalidad, del objeto al sujeto y del sujeto al objeto.

 

Es la dialéctica de la totalidad concreta, en la que se reproduce idealmente la realidad en todos sus planos y dimensiones.

 

El método de investigación comprende tres grados:

 

a. Asimilación minuciosa de la materia, pleno dominio del material incluyendo todos los detalles históricos posibles.

 

b. Análisis de las diversas formas de desarrollo del materialismo.

 

c. Indagación de coherencia interna, es decir, determinación de la unidad de esas diversas formas de desarrollo.

 

En cuanto la ciencia inicia su propia exposición estamos ya ante el resultado de una investigación, pero lo que puede y debe ser el comienzo de la exposición, o sea, no es conocido todavía al comienzo de la investigación.

 

Dialéctica psicogenética.

 

La dialéctica psicogenética sustentada por Jean Piaget (1975) argumenta que históricamente la  producción del conocimiento  se ha explicado por cuatro modelos:

 

1) El objeto de conocimiento puede ser aprehendido directamente y sin consideración alguna sobre el sujeto.

 

2) El sujeto es la fuente de las leyes del pensamiento que se aplican a al experiencia, de modo tal que el objeto solo puede ser conocido dentro de los marcos trascendentales del sujeto.

 

3) El conocimiento es un proceso sin centro regulador, dado que no se trata de una relación sujeto-objeto, sino del proceso del pensamiento (episteme).

 

4) Dialécticamente es necesaria la interrelación sujeto-objeto según lo expone la teoría del reflejo modificado  (SCHAFF: 1974); las exploraciones fenomenológicas; y la psicogenética.

 

Las tres primeras explicaciones sitúan el comienzo de la actividad del sujeto sólo en el pensamiento reflexivo, esclarecido e intelectualizado, como si toda la razón estuviese contenida en el niño, en una posición antigenética o insuficientemente genética.

 

Las interpretaciones marxistas anteponen el papel de la praxis sobre la razón, sustentando la tesis de la práctica como criterio de verdad, es decir, como elemento para la verificación del conocimiento.

 

El enfoque psicogenético prueba que:

 

a. El pensamiento racional es punto de llegada y no  de partida en el desarrollo del sujeto.

 

b. La inteligencia reflexiva y conceptual es precedida por la inteligencia práctica y sensorio-motriz.

 

c. La delimitación del sujeto y el objeto se debe plantear a partir de la acción, mucho antes de la aparición de la razón reflexiva.

 

d. Si la problemática del conocimiento ha de situarse en el plano de la acción, los métodos filosóficos de la intuición, introspección, análisis lingüístico, conceptual o categorial, resultan inaplicables para la investigación de los problemas del conocimiento matemático, físico y sociológico.

 

e. No se puede tomar un punto de partida absoluto, pues en los niveles más primitivos de la acción, hay regularidades solo explicables por la biología (biogénesis).

 

f. Si el organismo constituye el punto de partida de las acciones del sujeto, se trata entonces de un objeto fisicoquímico que obedece a sus leyes, aunque añada otras nuevas.

 

g. Los instrumentos cognoscitivos nacen gracias a la acción, en el seno de un sistema material que ha determinado sus formas elementales. Esto no significa que el sujeto tenga conciencia, ni que comprenda la realidad externa, valiéndose únicamente de sus funciones biológicas.

 

h. El conocimiento es una forma muy elaborada de los procesos biológicos, pero que no tiene formas materiales, sino estructuras funcionales que constituyen la forma de las actividades ejercidas sobre las cosas y de las operaciones que se aplican a la realidad.

 

i. Las estructuras funcionales elaboran formas sin contenidos externos, las cuales son nuevas y necesarias al mismo tiempo.

 

Desde el enfoque psicogenético:

 

a. No existen sujetos y objetos.

 

b. El conocimiento en sus orígenes no procede ni de un sujeto conciente de sí mismo, ni de objetos.

 

c. Hay interacciones del niño con su entorno, en un proceso de indiferenciación entre uno y otro.

 

d. Las acciones iniciales son actos reflejos que constituyen la prolongación de los montajes hereditarios.

 

e. Las acciones iniciales del individuo están centradas en su propio cuerpo, descoordinadamente.

 

f. La relación sujeto-objeto traspone el plano de la reflexión al de la acción.

 

g. La acción supone una coordinación interna, una lógica y una adaptación a sus objetivos, es decir una conducta de experimentación.

 

La epistemología genética ha comprobado que:

 

a. Las relaciones lógicas más elementales están ya en el seno mismo del acto primitivo de acción sensorio-motriz.

 

b. El conocimiento se produce como  un proceso de asimilación de los datos actuales, presentes, a esquemas o estructuras precedentes.

 

c. Los esquemas y estructuras se acomodan a los componentes de la experiencia (situaciones exteriores a que se aplican).

 

d. Esta relación se desarrolla según un proceso de equilibración (desequilibración - reequilibración) cada vez más estable, que supone una recomposición de las estructuras anteriores.

 

e. Los aspectos funcionales de la asimilación son los coordinadores  (condiciones internas):

 

·         Coordinador de repetición: reproducción de una conducta en presencia de un mismo objeto.

 

·         Coordinador de identificación: reconocimiento de ese mismo objeto como ya conocido.

 

·         Coordinador de situación: asimilación de un nuevo objeto a un esquema precedente.

 

·         Coordinador de reunión o asociación: aplicación de un mismo esquema a dos o más objetos.

 

Las coordinaciones atienden a una lógica de acción, la cual surge antes del lenguaje y de las representaciones mentales, muy anterior a la lógica de enunciados.

 

f. La lógica de acción e combinatoria de los coordinadores, aplicables a la acción y no a símbolos, lo cual permite regular realimentaciones,  orientaciones retroactivas y preparan la reversibilidad, arriban a correcciones o refuerzos, que suponen un juego implícito de negaciones.

 

g. Los esquemas y coordinaciones preanuncian el esquematismo lógico del pensamiento, semejante al punto de vista funcional, pero diferente desde el estructural.

 

h. La inteligencia sensorio-motriz constituye el funcionamiento móvil de los esquemas, susceptibles de coordinaciones bajo formas y medios que conducen a la estructuración del objeto, del espacio, de la causalidad y de la sucesión temporal.

 

i. La lógica  no surge simplemente de los esquemas de acción, pues no basta tomar conciencia de ellos.

 

La toma de conciencia no es inmediata. Es un producto de un proceso de conceptuación sumamente complejo, en el cual interviene la estructura lógica.

 

j. Hay una cierta continuidad entre el sujeto precientífico y el científico, la cual no pasa por la conciencia, sino por su hacer.

 

Esto implica que el nivel de partida es el nivel mismo de las acciones.

 

La continuidad implica rupturas y saltos, desequilibrios y reequilibrios, en el sentido de que conserva y potencializa, mantiene y enriquece en una perspectiva dialéctica.

 

k. La interacción dialéctica entre sujeto y objeto está mediada siempre por las interpretaciones que culturalmente dominan en la situación social en que se mueve el sujeto.

 

En la interacción, ni el sujeto ni el objeto son ideológicamente neutros, pero no significa que todo esté dado por la sociedad o la ideología.

 

2.2         Pensamiento y Principios Dialécticos.

 

Pensamiento formal y pensamiento dialéctico.

 

El pensamiento formal se caracteriza porque su lógica básicamente:

 

·         Postula esquemas y fórmulas que permitan reproducir los aspectos y las   relaciones funcionales del objeto que estudia.

 

·         Contempla en forma estática aquello que en su existencia real se manifiesta dinámicamente, impidiendo captar inteligiblemente los factores y funciones que lo integran.

 

·         Los esquemas dan soluciones exactas e inequívocas a los problemas que conciernen a las relaciones operantes entre los factores formalizados: reglas operativas y definiciones simples.

 

·         Se formaliza el conocimiento.

 

·         El conocimiento está ligado a ciertas áreas de aplicación determinadas.

 

·         Es un modelo único y universal del saber objetivo, que excluye de la ciencia todo conocimiento que no observe el código positivo-formal.

 

·         El método es la explicación funcional del objeto en base a esquemas operativos, bajo el supuesto de que los distintos elementos y relaciones que constituyen el objeto deben quedar ubicados dentro de una estructura conceptual (formal).

 

·         Las relaciones se estiman cuantitativamente porque se piensa que el esquema formal es un sistema funcional cerrado y autosuficiente.

 

·         El conocimiento inicia con un esquema formal o "regular" que predice o determina el curso de los acontecimientos regulares.

 

·         El criterio de verdad surge como comprobación o confirmación del esquema referencial.

 

·         El conocimiento verdadero es unívoco. La hipótesis que se confirma elimina a todas las demás.

 

El pensamiento dialéctico, a diferencia del formal, se caracteriza porque su lógica:

 

·         Aborda problemas de orden no formal, cuyo contenido no es traducible a formulaciones abstractas.

 

·         Su campo son los fenómenos histórico-sociales, porque poseen una composición múltiple y su desarrollo es repelente a toda predicción puntual.

 

·         La comprensión dialéctica permite inteligir su naturaleza multívoca y contradictoria.

 

·         Logra dilucidar la ambigüedad y la inestabilidad que acompaña a los resultados de los procesos sociales.

 

·         Determina los puntos de cierre y apertura de los procesos a niveles cualitativamente superiores y complejos.

 

·         La dialéctica prescinde de la metodología formal, penetrando en el desarrollo mismo de los procesos para identificar sus determinantes y las expresiones progresivas que asumen sus vínculos contradictorios.

 

·         No asume principios de comportamiento rígido e invariable, solo estimaciones probables sobre el desarrollo ulterior de los procesos.

 

·         Reconoce la multiplicidad creciente de los fenómenos que estudia y la necesidad de aprehender sus manifestaciones cambiantes.

 

·         El conocimiento anterior no constituye criterio firme y operante para procesos subsecuentes, solamente punto de referencia inicial.

 

·         El conocimiento solamente es posible durante el desarrollo de los fenómenos.

 

·         El criterio de verdad es el hallazgo de los numerosos aspectos y relaciones que conforman al objeto y al hallazgo de su unidad orgánica. (Complejidad).

 

·         No hay conocimientos unívocos sino distintos sentidos opuestos o diversos.

 

 

Principios de la dialéctica.

 

Los principios dialécticos o "leyes del desarrollo" no equivalen a legalidades instauradas a las que deban someterse cualquier fenómeno. Un principio no es una ley, sino un punto de partida o comienzo. El principio no pretende dictaminar las etapas, ni los resultados de los procesos estudiados; solamente establece las relaciones y condiciones de desarrollo que son relevantes en el decurso de los acontecimientos examinados.

 

El manejo mecánico de los principios lleva al dogmatismo lo cual es inaceptable para la dialéctica.

 

No existe una dialéctica pura de validez incondicional a la que tengan que subordinarse indistintamente todos los procesos reales, sin importar su especificidad.

 

Algunos de los principios básicos son:

 

Devenir

 

·                    No hay más realidad que la que se presenta en desarrollo.

 

·                    La transformación no se predetermina exteriormente por ninguna entidad metafísica, así sea la razón.

 

·                    El devenir significa la determinación esencial de la realidad. El cambio es la condición central de la existencia de los objetos.

 

·                    La esencia es la unidad sintética de los distintos momentos y aspectos que el objeto asume en el curso de su desarrollo.

 

Desarrollo continuo y desarrollo discontinuo.

 

Esquema. Dialéctica. Principios.

 

·                    Las propiedades cuantitativas y cualitativas de un proceso guardan implicaciones recíprocas en virtud de las cuales las alteraciones de las primeras provocan repercusiones en las otras.

 

·                    Los cambios de cantidad no dan origen a una alteración de la cualidad siempre que ocurra dentro de un margen determinado. Al franquearse el margen, la cualidad se suprime. Una correspondencia análoga ocurre en el caso inverso.

 

·                    Los cambios cuantitativos se efectúan de modo continuo y progresivo; los cambios cualitativos son transformaciones bruscas y profundas que llegan a alterar el ritmo habitual de un proceso.

 

·                    El devenir dialéctico es la unidad de ambos tipos de movimientos.

 

·                    El ritmo y frecuencia del devenir es distinto en cada proceso u objeto. El devenir dialéctico no es equiparable al movimiento espacial físico.

 

·                    El objeto de conocimiento está inmerso en un régimen de transformaciones incesantes.

 

·                    No hay conocimiento fijo.

 

 

Contradicción.

 

·                    El principio de la contradicción no se reduce a la lucha de contrarios instaurada por la doctrina de Heráclito.

 

·                    El contenido de los procesos no es homogéneo, ni monolítico. Cada proceso consta de múltiples aspectos o determinaciones, razón  por la cual el desarrollo no describe un trayectoria uniforme.

 

·                    La contradicción se expresa como diferencia o pluralidad de contenido, lo cual no necesariamente tiende a la exclusión recíproca, sino a mantener la cohesión pro encima de las diferencias.

 

·                    La exclusión se vincula dialécticamente con la implicación, porque los opuestos revelan la existencia del otro. La existencia y permanencia de uno se halla en relación inversa a lo propio del otro. (otredad).

 

·                    El todo no es la suma de las partes, dado que las partes no pueden serlo sin el todo.

 

·                    El conocimiento es necesariamente la capacidad de aprehender la multiplicidad y la unidad orgánica del desarrollo.

 

Negación.

 

·                    La contradicción dialéctica es superable.

 

·                    Las relaciones excluyentes e implicantes llegan a su término cuando uno de los opuestos es cancelado por el otro, o cuando su fuerza ha disminuido de tal modo que se subordina en el proceso.

 

·                    La negación consiste en superar las relaciones contradictorias y el comienzo de un nuevo desarrollo.

 

·                    Las determinaciones negadas se conservan en el seno del nuevo contenido, pero en forma subordinada, asumiendo relaciones distintas dentro de las tendencias que suscriben las nuevas determinaciones contradictorias. Así, la dialéctica es positiva y negativa al mismo tiempo.

 

·                    Es una transformación de los elementos del proceso y no una aniquilación del contenido.

 

·                    Sin la negación dialéctica es imposible el desarrollo.

 

Totalidad.

 

·                    La negación (Continuidad-discontinuidad) y la contradicción (afirmativo y negativo), por su relación implicante comportan una unidad.

 

·                    La relación orgánica inmanente a los opuestos es la unidad, base y punto de partida del conocimiento dialéctico, tanto cuando se distinguen y rechazan como cuando se solicitan mutuamente.

 

·                    La unidad orgánica que priva entre los dos de la relación contradictoria es la totalidad dialéctica.

 

·                    La totalidad dialéctica no es mecánica o aritmética (suma de las partes), dado que en esta es indiferente la suma o resta de las partes porque se trata de una relación exterior, sin vínculo esencial que relacione a los miembros.

 

·                    La totalidad dialéctica no es una suma convencional, sino una relación orgánica puesta en el seno de las propias determinaciones contradictorias. La relación no es propuesta desde fuera, sino los opuestos la definen a partir de la contradicción y de su existencia misma.

 

·                    La totalidad se concibe como el conjunto de relaciones contradictorias que han venido desarrollándose a través de la actividad social-factores, condiciones y fuerzas.

 

Propiedades definitorias de la totalidad dialéctica:

 

·                    Inmanencia de la unidad orgánica en cada uno de sus elementos.

 

·                    Relaciones sustentadas por los elementos contradictorios de un proceso.

 

·                    La contradicción no es una lucha o encuentro de elementos que se repelen, sino la que unifica y sintetiza las determinaciones contrarias a un proceso.

 

·                    La totalidad se encuentra inscrita en cada una de las determinaciones parciales.

 

·                    Cada opuesto contiene al otro en sí mismo y equivale a que en cada opuesto se halla comprendido la totalidad de las relaciones contradictorias de que consta el proceso.

 

·                    Cada proceso histórico es una totalidad peculiar.

 

·                    La totalidad y las determinaciones parciales no son sino aspectos concomitantes que emanan del proceso en desarrollo y que solo adquieren vigencia plena en él.

 

·                    La totalidad dialéctica es el desarrollo de la unidad contradictoria.

 

Necesidad y contingencia.

 

·                    La propuesta de que la historia posee coherencia o unidad interna, no implica la existencia de una razón providencial que domine el devenir histórico para la realización de un plan predeterminado, donde los hombres se reduzcan a instrumentos o medios al servicio de esa razón abstracta.

 

·                    El planteamiento de que la historia no constituye una entidad metafísica, no implica que se le conciba como una sucesión de acontecimientos indiscernibles y movidos por el azar.

 

·                    La unidad de los distintos momentos o etapas constituye el proceso que es la historia como totalidad en desarrollo, cuya correspondencia y orden se explica por la dialéctica negativa.

 

·                    La racionalidad en el conocimiento histórico no es una fuerza trascendente, si no la relación dialéctica que media entre los múltiples productos históricos de la producción social.

 

Conocimiento concreto y conocimiento abstracto.

 

·                    Para el conocimiento positivo o formal tiene plena validez el criterio dicotómico de verdadero-falso; aplicable al conocimiento unívoco, a las proposiciones que dan respuesta a problemas que requieren una sola solución.

 

·                    En los acontecimientos histórico-sociales, cuya sustancia se compone de múltiples relaciones y sentidos dialécticamente contradictorios, el conocimiento no puede regirse por la disyunción falso-verdadero. En su lugar se colocan los valores de abstracto y concreto.

 

·                    Lo abstracto y lo concreto del conocimiento hacen referencia a lo parcial e insuficiente y a lo completo y satisfactorio que éste puede ser respecto de su objeto.

 

Posibilidad y realidad.

 

La posibilidad se explica, dado que la realidad no se rige por leyes inalterables, ni por una causalidad necesaria, sino que su esencia consiste en un devenir abierto en el que caben actos, voluntades y fines de distintos contingentes particulares. En consecuencia, todas y cada una de las alternativas teórico-prácticas que se establecen carecen de garantía, y su cumplimiento o cristalización en dicha realidad se considera en principio como posible.

 

La posibilidad libera la dialéctica de todo dogmatismo:

 

  • La dialéctica no prescribe alternativas de acciones unívocas e inobjetables, sino varias posibles, cuyo cumplimiento o fracaso no depende de los enunciados dialécticos sino de la actividad concreta y peculiar de los sujetos sociales.

 

  • La dialéctica no es un manual para la praxis.

 

  • El  paso de la posibilidad a la realidad no entraña una operación mecánica. No existe una causalidad que domine inexorablemente el devenir social.

 

  • La posibilidad tiene alcances ontológicos, dado que forma parte de la propia realidad.

 

  • La transformación de la realidad en una determinada dirección depende de la unidad de la acción ejecutada sobre las circunstancias.

 

Ambos elementos el trabajo teórico-práctico y los hechos reales, poseen un valor determinado.

 

Posibilidad y cambio social.

 

  • La praxis social dialécticamente considerada es aquella que se fija por objetivo el cambio social en su sentido radical y propio.

 

  • La transformación histórica de lo dado es un hecho "necesario". Es la premisa básica. Sin embargo, eso es solamente una posibilidad frente a otras.

 

  • La praxis tiene su contrapraxis. La posibilidad se transforma en realidad dependiendo de las condiciones reales existentes y de la confrontación con alternativas, de las cuales se experimentan matices y reorientaciones.

 

  • La permanencia de una, no se debe totalmente a los recursos prácticos, ni a la "verdad" de los principios teóricos, sino a los efectos provocados en la totalidad conflictiva a través de cada momento del desarrollo contradictorio.

 

  • El cambio entraña la movilización de innumerables aspectos y circunstancias no sometidas a control, su intervención en el proceso acarrea complicaciones imprevisibles y una pluralidad de sentidos.

 

Categorías abstractas y categorías dialécticas.

 

  • Las ciencias empíricas estudian aspectos particulares cuyo funcionamiento puede ser contemplado a la luz de técnicas metodológicas positivas. Emplean categorías abstractas.

 

  • La dialéctica explica los principios generales del desarrollo histórico-social en conformidad con la experiencia suministrada por la misma praxis social.

 

  • Categorías genéricas significativas para todo momento del desarrollo histórico-social:

 

La producción

 

La lucha de clases

 

Intercambio de valores.

 

  • Las acepciones específicas o particulares dependen de cada contexto histórico, o de la aplicación de una categoría universal (general) a una problemática singular

 

Clase explotada y proletariado.

 

  • Las categorías dialécticas van de lo general a lo particular (lo universal está presente en lo singular).

 

2.3 Dialéctica constructiva.

 

Kant (1970) establece una dicotomía de la dialéctica trascendental, constituida por los fines máximos de la razón en su totalidad, en dialéctica de la apariencia y dialéctica regulativa.

 

La primera pretende conocer los entes últimos o fundantes, a través de la mera razón (Dios, alma, finitud), lo cual concluye, es imposible; y la dialéctica regulativa, que orienta la totalidad del saber en base a la unidad sistemática del conocimiento de los objetos, mediante la integración de la pluralidad intuitiva empírica en los principios racionales del entendimiento: el yo elabora la síntesis y unifica el conocimiento a partir de la relación temporal y espacial.

 

La dialéctica hegeliana parte de la dialéctica regulativa  kantiana al considerar la unidad de la sistematicidad de todo objeto, la síntesis de la autoconciencia y el conocimiento ilimitado del cosmos, pero observa que tal unidad no radica exclusivamente en la actividad del sujeto, sino en el ser en general, dado que todo ente en sí mismo es ya oposición: unidad en lo múltiple.

 

Para Hegel (1971) la dialéctica es el desenvolvimiento de la identidad de los opuestos hasta la totalidad dinámica: diálogo de la conciencia y la autoconciencia, el orden metodológico-racional y la historicidad de la razón.

 

La dialéctica de la conciencia está constituida por el diálogo entre conciencia del saber y la autoconciencia, para culminar en la razón.

 

En el procedimiento metodológico-racional, la dialéctica es un proceso de construcción conceptual y una síntesis de categorías ontológicas y cognitivas.

 

La dialéctica de la historicidad del pensar consiste en una sucesión de estadios de la razón, que se explica por la contraposición de convergencia y divergencia entre ideas que posibilitan nuevas síntesis del espíritu.

 

La dialéctica materialista, expuesta por Engels (1961) para oponerla a la dialéctica hegeliana, propone constituirse en una epistemología histórica de las ciencias, mediante la reconstrucción de la historia de la racionalidad científica regida por las leyes universales de los opuestos o contradicciones, la transformación de la cantidad en calidad y la negación de la negación.

 

Ante la dificultad de aplicar las leyes universales a todos los enunciados de las ciencias, los neomarxistas (Lukács, Sartre, Adorno, Horkheimer, Marcusse, Fromm, Habermas) han adoptado diferentes perspectivas frente a la dialéctica: limitarla a la filosofía de la praxis cultural, reducirla al método teórico de exposición o circunscribirla a la historia epistemológica de las ciencias.

 

En el plano de la filosofía de la praxis cultural el neomarxismo ha optado por la vía hegeliana de la totalidad e historicidad, sobre la base del análisis socioeconómico y político, incorporando los aportes de Freud, Weber, Nietzche y Piaget.

 

En el plano de la dialéctica epistemológica se encuentran dos orientaciones: la dialéctica neomarxista (Althusser, Zelleny, Della Volpe, Colleti y Gurvitch); y la dialéctica no marxista de las ciencias naturales (Piaget, Lakatos, Bachelard y Mouloud).

 

Althusser (1974) propone como mecanismos del modo de producción del conocimiento, partir del saber disponible (Generalidad I), incorporar técnicas y modelos (Generalidad II), y concluir con teorías en tanto cuerpos conceptuales articulados  (Generalidad III), desechando con ello la relación sujeto / objeto.

 

Para Zeleny (1974) la originalidad dialéctico-estructural radica en vincular los estudios económicos con los sociales y los históricos con los políticos, articulándolos con la investigación empírica y con la información hipotético-empírica.

 

Della Volpe (1969) considera que la dialéctica es fundamentalmente un procedimiento metodológico que elimina la unilateralidad, dado que es una oposición real y metodológico-conceptual: unidad de los opuestos entre los hechos y la razón, el análisis y la síntesis, la inducción y la deducción.

 

En la óptica de Colleti (1976) la contradicción dialéctica es una relación de inclusión-exclusión de contrarios, razón por la cual no debe confundirse con el principio de  no contradicción formal, sugiriendo que las ciencias naturales asuman los métodos neopositivistas.

 

En la perspectiva de Gurvitch (1971), la dialéctica debe abordar la sociedad en todas su concreciones, desde el movimiento de la totalización y destotalización, negando la lógica formal y toda abstracción diferenciadora y simplificadora, y considerando operaciones complejas de contrarios: complementariedad, implicación mutua, polarización, reciprocidad y ambigüedad.

 

Bachelard (1970) expone que las ciencias de la naturaleza están enmarcadas en un racionalismo complejo, paradójico y dinámico, que constituye la lógica interna del objeto de conocimiento (nuómeno), y no se limitan a la simple experiencia de su legalidad (fenómeno).

 

Para él, el desarrollo de las ciencias naturales pasa por estadios y sucesivas rupturas de sus conceptos fundamentales: percepciones, imágenes, libido, experiencia instrumental, racionalismo mecánico (Newton) y racionalismo dialéctico (relatividad de Einstein, incertidumbre  de Heisenberg, racionalismo discursivo de la física de Dirac).

 

En una perspectiva similar, Mouloud (1973) afirma que las ciencias naturales son estructuras dinámicas donde los conceptos se forjan en base a la coherencia racional y a las bases axiomático-experimentales, incluyendo las oposiciones de necesidad-indeterminación, forma-contenido y cantidad-cualidad.

 

La dialéctica, concebida como interacción entre el sujeto y el objeto en el conocimiento físico-matemático y como interacción entre sujetos en el conocimiento moral, planteada por Piaget (1975), explica cómo se pasa de un estado de menor conocimiento a uno de mayor conocimiento en los individuos, a través de diversos periodos de descentración que conducen a la objetividad física y a la interiorización lógico-matemática.

 

Según Lakatos (1975), la crítica permite superar la falibilidad de las ciencias, propiciando que los conocimientos se amplíen progresivamente e incrementen su capacidad explicativa, del modo como lo expone el falsacionismo popperiano.

 

La dialéctica constructiva articula la epistemología con la filosofía del lenguaje, recupera aportes del neopositivismo contemporáneo y con la filosofía analítica, retoma la dialéctica hegeliana e insumos de la dialéctica regulativa de Kant, y recupera los aportes de las ciencias reconstructivas que abordan el estudio de las competencias intelectivas y la metodología constructivista sustentada por Piaget, Habermas y Einstein, desdoblándose en la razón dialógica, sustentada en la comunicación; la razón epistémica, basada en los procedimientos metodológicos y categoriales; y la razón histórica, desarrollada en el aprendizaje.

 

La razón histórica concibe al hombre como ser activo, capaz de crear obras en la producción, en la educación, en el arte y en la política.

 

Como deseo, el hombre es apetencia e inclinación así como realización personal y sublimación, y como lenguaje, manifiesta su conciencia.

 

La razón histórica presenta la antinomia entre el relativismo de las condiciones socioculturales específicas y la autonomía de la razón, porque encuentra sus raíces en las limitaciones antropológico-históricas, pero éstas involucran capacitaciones para acceder a la validez: el saber evoluciona por la génesis estructural de la racionalidad (Piaget), y este devenir implica la retroacción entre el saber y el autosaber (Hegel).

 

La razón epistémica aborda los procedimientos metodológicos complejos empleados históricamente por las ciencias y los principios racionales que permiten explicar la producción del conocimiento.

 

El problema de la demarcación de las ciencias ha planteado una discusión sobre la pertinencia de los métodos teórico de exposición e hipotético para legitimar la cientificidad de las ciencias naturales y socioculturales, discusión en la que se debate la confutación, (Hegel), la argumentación (Habermas), la racionalidad (Lakatos), la formalización (Weber), la contradicción cognitiva (Kuhn) y la totalidad autocrítica (Koyré, Piaget, Bachelard, Althusser, Foucault y Zeleny).

 

 

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