ADOLESCENTES DE CONDUCTA AGRESIVA
En grupos de adolescentes algunas veces se detectan ciertos individuos especialmente agresivos y violentos con los compañeros, muchachos que aparentan sentir placer sádico de lastimar físicamente a alguien.
Con el fin de investigar que sucede en su cerebro cuando actúan de esta manera, unos psicólogos hicieron un estudio a ocho muchachos de conducta agresiva y a otro grupo igual que no mostraba este comportamiento.
En el estudio se les mostraban imágenes de situaciones en que alguna persona se le infringía accidentalmente un dolor físico. Al mismo tiempo se registraba su actividad cerebral mediante imágenes de resonancia magnética funcional.
Todos ellos mostraron un aumento en la actividad de aquellas regiones cerebrales, como la corteza anterior circular y la ínsula somatosensorial, ambas relacionadas con la percepción del dolor, lo cual muestran que compartían esta situación.
Sin embargo, en aquellos que habían mostrado conductas agresivas se observó además marcada actividad en la amígdala y el cuerpo estriado ventral, zonas cerebrales involucradas en la sensación de recompensa y placer. Todo parece indicar que estos muchachos, aunque sensibles al dolor que provocan, en cierta forma lo disfrutan.
Este estudio demuestra que para este tipo de personas una retroalimentación negativa en su tratamiento puede ser contraproducente.
Tercera serie de 400 pequeñas dosis de ciencia
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